domingo, 19 de abril de 2009

La Comisión de Laicos realizo encuentro de laicos, 14 de marzo de 2009.


Como seguimiento de la semana de Pastoral 2009, la Comisión Arquidiocesana de Laicos de la diócesis de Panamá. Por lo cual reproducimos la intervención del Padre José Quezada, asesor esta comisión:

" Este Proyecto Misionero Arquidiocesano tenemos que acogerlo con pasión, o sea, apasionamente. Pero al mismo tiempo con compasión.

Hoy día nosotros sufrimos una gran crisis de credibilidad. Nadie cree en nadie. Mencionemos tres (3) causas de esa falta de credibilidad entre nosotros los panameños.
R/. Falta de coherencia -Falta de compromiso -Falta de organización.

Falta de coherencia: Es una causa seria. Decimos una cosa y hacemos otra. No hay unidad entre lo que decimos y hacemos.

Ahora, digamos algunas consecuencias de esa falta de credibilidad.

R/. División-desorden-caos-irresponsabilidad(pasan cosas y nadie es responsable)

Esto está pasando en la sociedad panameña.

¿ Está pasando también la Iglesia? La Iglesia está bajando su índice de credibilidad. Mucha gente ya no cree. Antes estábamos orgullosos. Estas causas de la sociedad panameña tendríamos que verlas también en la Iglesia. Quizas mi testimonio no es suficientemente fuerte, que impacte, que inspire. Esto tiene unas consecuencias muy serias. Porque soy sacerdote; pero no solo individualmente, sino como Iglesia, como grupo.

En el evangelio de Juan-cap.17, Jesús ora al Padre por el nuevo Pueblo Santo.
v.21: "Que todos sean uno, como tú, Padre, estás en mí y yo en ti. Que ellos sean uno en nosotros, para que el mundo crea que tú me has enviado. " Palabra del Señor

¿ Ustedes creen que esa oración que hizo Jesús y que San Juan escribió hace tantos siglos tiene validez ahora? ¿ Cómo nos confronta la Palabra a nosotros?

R/. Nos llama a la unidad -a la comunidad-al amor - a la igualdad.

Pero, esa Palabra, ¿creen ustedes que nos dice algo a nosotros que somos católicos-romanos-apostólicos, y a los movimientos? ¿ Qué me estará diciendo el Señor?

R/. Unánamos.

Qué interesante...Jesús dice: Que sean uno... o sea...credibilidad...que la gente crea o no, dependerá en gran parte que seamos coherentes en nuestra " cacareada" comunión. si no somos coherentes, esto va a fortalecer la falta de credibilidad de que el Padre y yo somos uno. Esto es muy serio. Tenemos que orar. Poner este Proyecto Misionero en manos de Dios. Como sí todo dependiera de Él; que todos lo asumamos como si todo dependiera de nosotros.

Estoy contento con esta mañana. Esto que hemos hecho muy rápidamente, nos ayuda a ver qué nos dice Aparecida, para que la misión continué. Y Aparecida nos dice que hay un punto de partida y un punto de llegada.

Punto de partida: la realidad que estamos viviendo en lo personal, en lo social, en lo económico, en lo político; y la realidad de la Iglesia. Por eso, nos dice Aparecida en el Nº 11: " La Iglesia está llamada a repensar profundamente y relanzar con fidelidad y audacia su misión en las nuevas circunstancias latinoamericanas y mundiales. (...)"

No podemos presumir del yo...yo...Primero hoy que repensar lo que estoy haciendo. Bajémonos de las nubes. Este Nº 11 nos dice que la agenda personal, de los movimientos, de la Iglesia Diocesana tiene que se repensada a la luz de lo que nos dice nuestro Padre Dios. Podemos tener todo programado, pero sí no tenemos el coraje de seguir con lo que dice Dios, podemos seguir con el "yoismo".

Y Aparecida nos sigue diciendo, en el Nº 12: " No resistiría a los embates del tiempo una fe católica reducida a bagaje, a elenco de algunas normas y prohibiciones, a prácticas de devoción fragmentadas, a adhesiones selectivas y parciales de las verdades de la fe, a una participación ocasional en algunos sacramentos, a la repetición de principios doctrinales, a moralismos blandos o crispados que no convierten la vida de los bautizados. Nuestra mayor amenaza".

Estos números, 11 y 12 son fundamentales.

Somos una cantidad de bautizados; pero en la práctica no somos muy coherentes con Jesucristo; por eso el punto de partida está en el encuentro con Cristo para que todos reconozcamos que todos necesitamos ponernos en camino para ser discípulos-misioneros de Jesucristo. Allí empieza la formación.

estaba escuchando que tenemos que formarnos. Pero no es dar charlas. El mayor peligro peligro para lo que damos charlas es que quedams como charlatanes.

La fromación como nos lo plantea Aparecida, es un proceso, en el cual todos necesitamos revisarnos para reconocer y vivir la vida como seguidores de Jesucristo. La hojita que se les ha entregado es muy interesante; recoge lo que nos dice Aparecida sobre la formación. Veamos:

El Nº278 dice :"Que la formación no se realiza antes o después de misión , sino en la misión". (278e). Por eso, ya estamos en misión. Esto que estamos haciendo hoy, estamos haciendo hoy, es formación misionera.

Aparecida propone reforzar cuatro ejes de formación religiosa: " la experiencia religiosa" " la vivencia comunitaria", " la formación biblico-doctrinal" y el " compromiso misionero de toda la comunidad" (226a,b,c).

Nos damos cuenta que no solo estamos frágiles con Jesús sino también en nuestra " vivencia comunitaria". No vivimos la fe en comunidad. Cada uno por su lado. Aparecida nos dice que hay que vivir en comunidad.

Formación biblica -Nosotros que somos agentes necesitamos formación bíblica. El pueblo, que haga lectura orante de la Palabra. No hay que ir a Roma para poder hacer esto. Lo hace un campesino, después que haya un facilitador. De manera sencilla.

Compromiso misionero de todas las comunidad - Aparecida cambia el concepto de misionero. Ahora los misioneros somos nosotros, en los ambientes y lugares donde estamos. Pero no porque sean paganos. Los primeros paganos somos los católicos que decimos que creemos en Dios y vivimos como sin Dios.

Es importante leer toda la hojita.

Todos somos discípulos-misioneros y estamos en pañales para aceptar el Proyecto Misionero ; tenemos que entrar en un proceso de conversión. Nadie, dice Aparecida, ninguna institución, ningún grupo de la Iglesia debe esta eximido de entrar en este proceso misionero, si antes no aceptamos la necesidad de conversión personal, eclesial, nuestros esquemas ( hay algunos que caducaron)

Cómo no asumir con alegría este ímpetu del Espíritu de Dios que nos está diciendo: ¡ Vamos! ¡Vamos! tenemos que tener entusiasmo...,que contagie...


Pongamos en oración permanente este PROYECTO MISIONERO ARQUIDIOCESANO.

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