viernes, 5 de marzo de 2010
EL DINAMISMOS DEL LLAMADO A PARTIR DEL EVANGELIO DE MARCOS ( SEMANA DE PASTORAL 2010)
1. Un punto de partida para abordar el tema del “discipulado” en el Evangelio de Marcos
Para situar el contexto socio-comunitario y teológico en el cual Evangelio de Marcos hace su propuesta del discipulado, vamos a dar los siguientes pasos:
· Vamos a ver, como premisa, la experiencia fundante de las comunidades cristianas: la experiencia pascual. El evangelio de Marcos, como evangelio kerigmático que es (y esto lo abordaremos con calma más adelante) es el testimonio de esta experiencia.
· Analizaremos la cita clave de Mc 16,7. A partir de ella podremos comprender mejor a qué trata de responder el evangelio de Marcos: el fracaso de los discípulos.
· Haremos una rápida caracterización de la comunidad de Marcos, para ver cómo lo que narra el evangelio es la respuesta a necesidades espirituales y pastorales concretas de una comunidad que vive en Roma treinta años después de la pascua de Jesús.
· Formularemos la finalidad última del evangelio: la formación del “Testigo” de la Pascua de Jesús, capaz de ir hasta las últimas consecuencias como su Maestro.
· Terminaremos con algunas anotaciones sobre la “Alianza”, esto es, la atmósfera relacional que sostiene las opciones fundamentales del discípulo.
1.1. Jesús llama de nuevo a los discípulos que lo abandonaron: Mc 16,7
El evangelio de Mc concluye con la nueva con-vocación de la comunidad de los discípulos: “Id a decir a sus discípulos y a Pedro que irá delante de vosotros a Galilea, allí le veréis, como os dijo” (16,7). Los elementos que encontramos en este texto son los siguientes:
· La experiencia de la Cruz ha marcado un claro distanciamiento entre los discípulos y Jesús.
· Jesús le renueva la vocación a los mismos que le fallaron.
· Los remite al punto de partida del evangelio: Galilea.
· Es recorriendo el itinerario completo del Evangelio, de cabo a rabo, que los discípulos “verán” al resucitado (como quien dice: todo el evangelio será el equivalente de un relato pascual).
· Jesús convoca a los discípulos renuentes al Maestro, por la mediación de la voz de aquellas que sí fueron fieles hasta el final. Son las mujeres las que llaman a los varones (inversión de roles culturales).
Lo más impactante es que Jesús reúne a toda su comunidad sin hacerle reproches. En la lógica normal, incluso, Jesús debería haber llamado a nuevos discípulos una vez que éstos se mostraron indignos del llamado. Pero a pesar de todo, Jesús llama a los mismos, sin reparos, sin objeciones y sin discriminaciones, lo hace con la misma confianza de la primera vez.
Detengámonos un poco en esto. Notemos en los textos que:
· Jesús llama a los diez, de los cuales se dijo esta abrumadora frase: “abandonándole, huyeron todos” (14,50). Incluso un joven se desprende de lo único que le queda del seguimiento de Jesús, huyendo desnudo (v.51). Los discípulos que han dejado la barca, la familia, sus bienes, todo por seguir a Jesús, irónicamente terminan dejando al mismo Jesús.
· Pedro que ha negado tres veces a Jesús (pero en realidad cuatro, ya que Marcos le añade un gesto de negación en 14,72 –versión griega-) es llamado de nuevo sin que Jesús le pida ninguna reparación de su falta (como sí ocurre en el evangelio de Juan; ver la triple confesión de amor Pedro antes que Jesús pronuncie el segundo “sígueme” en Jn 20,15-19).
· Mientras los otros sinópticos se encargan de mostrar cuál ha sido el dramático destino final de Judas (Ver Mt 27,3-10 y Lc en Hch 1,18-19; note que en Jn, fuera de Pedro y de Juan –que nunca lo dejó-, ninguno de los otros discípulos es explícitamente llamado) y le descartan cualquier ulterior posibilidad de recuperación, para el evangelio de Mc no hay ninguna discriminación, es decir que asume a Judas junto con todos.
Precisamente en esto se nota claramente para dónde va el Evangelio, cuál es la buena noticia: si los discípulos fueron desleales con Jesús, el Maestro por su parte fue leal con ellos, no rompió la amistad. Tenemos aquí una imagen bellísima del amor de Jesús por sus amigos. Este amor fiel de Jesús es el “principio y fundamento” de todo el Evangelio:
TODOS ESTAMOS LLAMADOS A DESCUBRIR EN PROFUNDIDAD,
NUESTRA IDENTIDAD Y PROYECTO,
EN EL MARCO DE ESTE AMOR.
La incapacidad del discípulo de ir hasta el final no hace sino poner de relieve el amor incondicional de Dios manifestado en Jesús. El discípulo no lo es tal por sí mismo sino en cuanto abandonado en el amor fiel de Dios. El discípulo es una creación del Señor y ese don le garantiza la esperanza de completar su vida hasta su máxima expresión de desarrollo personal: “El que persevere hasta el fin, ése se salvará” (Mc 13,13).
Lo que Dios quiere de todo hombre es la “salvación” (o alcanzar la plenitud de la vida, según 10,17). Ahora bien, Marcos coloca los términos “salvación” y “seguimiento” en el mismo plano. Se puede ver en la historia del joven rico: “una cosa te falta –para alcanzar la vida eterna-... ven y sígueme” (Mc 10,21). Sugerimos también observar la recurrencia del vocabulario de “vida”, “salvación” y “seguimiento” en Mc 10,17-31.
El “seguimiento” es, en otras palabras, la condición de posibilidad de la realización del Reino en el hombre (ver Mc 9,1), esto es, la “salvación”.
1.2. Caracterización de la comunidad de Marcos
Roma, años 60’s, 20 años después de su fundación
Los evangelistas no están preocupados por presentarnos una radiografía de la comunidad que está detrás de su obra. Sin embargo, si analizamos algunos textos-clave del evangelio, podremos hacer emerger del texto mismo una especie de caracterización de la comunidad que está allí implicada.
Podríamos comenzar a tomar contacto con esta comunidad a partir de esta frase:
“Buena es la sal.
Pero si la sal se vuelve insípida, ¿con qué la sazonaréis?
Tened sal en vosotros y tened paz unos con otros”
(9,50; se subraya una frase que no se encuentra sino en Mc)
Esta frase es una punta de iceberg de lo que está sucediendo en la comunidad cuado se redacta el Evangelio, es, pues, el reflejo de una de las preocupaciones que Marcos tiene con su comunidad. Analicemos esta frase.
La sal de la Alianza
Marcos, en su diagnóstico pastoral, habla de una sal que se vuelve insípida y de una sal que está haciendo falta. ¿A qué se refiere? La sal en la Sagrada Escritura es símbolo de la alianza con Dios (por ejemplo Lv 2,13: “Sazonarás con sal toda oblación que ofrezcas; en ninguna de tus oblaciones permitirás que falte nunca la sal de la alianza de tu Dios”) y cuando la sal es compartida con alguien es símbolo de la solidaridad y la constancia en las relaciones.
La sal, en esta doble relacionalidad fundamental es signo de “fidelidad”, de “lealtad” (ver por ejemplo Esdras 4,14: “Puesto que comemos la sal de palacio consideramos intolerable ver esta afrenta que se hace al rey”). . Esa es la sal “buena”, “deseable” que quiere Dios.
Pues bien, la frase propia de Marcos, “Tened sal en (o sea, dentro de) vosotros y tened paz unos con otros”, muestra que en la comunidad hay un problema serio de constancia, de fidelidad, de pasar de una evangelización capilar y por lo tanto endeble, a una experiencia de Jesucristo a fondo y que se sostenga hasta las últimas consecuencias. Si Marcos retiene en el evangelio estas duras palabras de Jesús, es porque la realización del proyecto de Dios está por venirse al piso.
Vamos más a fondo, ¿Qué es lo que está sucediendo? Para explicarlo se acude a otra metáfora.
La prueba de fuego
Precisamente el v.49 habla de la prueba de fuego de la comunidad que, si la interpretamos desde 13,9.12-13ª, se trata de la persecución vivida por la comunidad en la década del 60 y que probablemente sea la desatada en Roma y sus alrededores en tiempos neronianos, en la que murieron Pedro y Pablo.
Nos encontramos entonces con una comunidad en crisis, quizás la primera gran crisis que ellos viven en sus 20 años (o un poco más) de existencia; si es que ubicamos, junto con M. Hengel y J. Murphy-O’Connor, su fundación a comienzos de los años 40.
En este momento, el panorama en la comunidad es de cansancio e inconsistencia: unos comenzaban a caer en la rutina y otros sentían la necesidad de aventurarse a explorar nuevos caminos en el estilo de vida (a veces dentro del cristianismo, a veces fuera); situación que ponía en peligro la unidad y el futuro de la comunidad.
Las alarmas de guerra que se mencionan en 13,5-8ª, probablemente se refieran a la primera guerra judía (años 66-70) que culmina con la profanación del Templo, la cual les hace recordar la “abominación de la desolación” (ver 13,14) de los tiempos macabeos, la gran crisis interna del pueblo de Israel bajo la dominación griega (años 175-150 aC).
Lo cierto es que en los años 60’s, la comunidad romana de Marcos ha sido testigo de la muerte de Pedro y Pablo, además de otros líderes de las comunidades; ella misma se siente fuertemente presionada por el ambiente romano y judío en su contexto social para que claudique de sus pretensiones de ser comunidad; además, internamente hay graves conflictos, hechos concretos que han llevado a que algunos se pregunten si no se están alejando de su razón de ser como comunidad que es “sal” en el mundo, si no se están alejando de Jesucristo.
Vale la pena que, junto con Marcos, observando algunas citas claves, le tomemos el pulso a la comunidad.
1.2.1. La comunidad de Marcos en su entorno social, religioso y cultural
¿Qué pasa en la interacción de la comunidad con su ambiente?
o Con relación a Roma (Contexto político)
§ Interrogados en los tribunales
· Ver 13,9b
§ Sus casas y propiedades son allanadas
· Ver 13,15-19
§ Se les niegan servicios “por ser de Cristo”
· Ver 9,41
o Con relación a los judíos (Contexto religioso)
§ Interrogados en las sinagogas y castigados con azotes
· Ver 13,9ª
§ Acusaciones de blasfemia y burlas por parte de los judíos
· Ver Las dos series de controversias con las autoridades judías en Mc 2,1-3,6 y el capítulo 12
o Con relación al ambiente en general (Contexto cultural)
§ Odiados por todos
· Ver 13,13ª
§ Deseo de parecerse al mundo externo haciendo concesiones y perdiendo la profecía en el estilo de vida y de gobierno
· Ver 8,35-36
· Ver 10,34
1.2.2. La comunidad de Marcos y su realidad interna
Los problemas no solo vienen de fuera, también hay problemas dentro. ¿Qué pasa internamente?
o En el ejercicio de la misión
§ Incapacidad frente a los nuevos desafíos (ya la obra no sale bien)
· Ver 9,18
§ Dificultad para que entren nuevos miembros porque se asustan con tantas exigencias
· Ver 10,22
§ Sin embargo no paran de anunciar la buena noticia
· Ver 13,10
o En la configuración de la comunidad
§ Descuido en los procesos de formación
· Ver 9,36-37; también todo el tema de la “ignorancia” del discípulo
§ Deseo de imitar el estilo de gobierno de la sociedad civil
· Ver 10,42-43
§ Fuga para los servicios más difíciles y tendencia a la instalación
· Ver 10,44-45
§ Deserciones
· Ver 14,50-52
§ Hay falsos discípulos
· Ver 13,22
§ Se presentan falsos líderes pretendiendo se reencarnaciones de Cristo
· Ver 13,6
o En las relaciones comunitarias
§ Luchas de poder
· Ver 9,34
§ Partidismos
· Ver 10,41
§ Humillación de los más pobres
· Ver 12,38-44
§ Autosuficiencia
· Ver 10,28
§ Minusvaloración de los niños
· Ver 10,13-15
§ Escándalos morales
· Ver 9,42-47
§ Fracasos familiares
· Ver 10,1-12
o En las relaciones con otras comunidades
§ Censuras
· Ver 9,38-40
1.3.3. Los sentimientos que afloran frente a este panorama comunitario
Ciertamente hay crisis. La crisis se expresa como desaliento y escándalo con la propuesta de Jesús: “El Señor nos pide mucho”, “es muy difícil seguirlo” (Ver 10,23), no será “¿esto será una utopía inalcanzable?” (Ver 10,26). Pero la crisis de fondo es:
¿Qué sentido tiene el martirio?
¿Esto no es demasiado sacrificio?
¿Vale la pena seguir al Señor?
Pero en todo este colorido de la comunidad de Marcos hay que destacar también que hay puntos luminosos y que lo dominante es su profunda fe. Por eso en el centro y en el final del Evangelio encontramos dos fuertes profesiones de fe que elevan su voz sobre el resto de la situación: la confesión fe de Pedro (Mc 8,27-30) y la confesión de fe del Centurión (Mc 15,39). Pero, como se ha dicho, es una fe siempre en camino y expuesta a muchas fragilidades, incluso, al fracaso total. La semilla está en riesgo.
2. La respuesta de Marcos a su comunidad (=una visión del camino del discípulo)
2.1. Retomar el Evangelio
Marcos le responde a su comunidad con un nuevo anuncio del Evangelio. Para ello retoma su enunciado primordial, su columna vertebral, su fuerza transformadora; en pocas palabras: sus “fundamentos”.
“Comienzo (=Fundamento) de la Buena Noticia de Jesús
a quien confesamos como el Cristo y el Hijo de Dios” (1,1)
Hasta donde sabemos, Marcos es el primero que hace una nueva evangelización, que no es re-evangelización sino un volver creativamente sobre los fundamentos del primer anuncio para darles una nueva expresión en la realidad de los años 60. Él es consciente de que es el Resucitado el que sigue dirigiendo su comunidad en las nuevas circunstancias de la historia y que, en consecuencia, el Señor está abriendo nuevos caminos (no es simple repetición de lo realizado 20 años atrás).
Marcos, entonces responde llevando a la comunidad a una fuerte contemplación del rostro de Jesús: JESÚS ES EL MESÍAS FIEL, OBEDIENTE AL PADRE HASTA EL FINAL, el que vivió constantemente presionado y amenazado, pero siempre siguió adelante y coronó la meta (Ver 1,14; 2,6-7.16.18.24; 3,6; 8,11; 11,18; 12,13).
Marcos hace un nuevo llamado a la MARTIRÍA: todo discípulo es testigo con su vida y con su palabra de la veracidad del Reino y por ello está llamado a ir hasta el fin. La verdadera “martiría” es la perseverancia, la firmeza profética en la opción frente a los antivalores del mundo. Marcos ve, incluso, positiva toda esta situación, se trata de una maravillosa ocasión de fortalecimiento y de evangelización: “Para que deis testimonio ante ellos” (13,10). Pero las dos condiciones para el discípulo es…
· que permanezca firme: “El que persevere hasta el fin, ése se salvará” (13,13)
· la revisión continua de la propia vida en medio de la “prueba de fuego”:
o “Mirad por vosotros mismos” (13,9)
o “Estad atentos y vigilad” (13,33; Ver 13,37)
El relato de la pasión educará al discípulo en el ejercicio de la vigilancia (mostrando todos los puntos que uno generalmente descuida y por donde generalmente revientan las crisis), condición para llegar hasta el final tomando la cruz.
2.2. El fundamento de la propuesta de Marcos
Veamos dos convicciones del evangelio de Marcos y que están detrás de la certeza que él tiene en que responderá efectivamente a la realidad de su comunidad si les renueva el primer anuncio:
· La primera es que si hay problemas no es por culpa de la opción. Si el árbol no llega a fructificar no es por culpa de la semilla (Ver Las parábolas de la semilla).
· La segunda es que la clave está en la atención a los procesos. Marcos distingue dos tipos de personas representadas en las dos higueras mencionadas en su ministerio en Jerusalén:
- Aquellos que se han cerrado voluntaria y definitivamente a la Palabra, ahí ya no hay mucho que esperar: es la acción simbólico-profética de 11,20.
- Aquellos que tienen dificultades pero en los cuales hay signos de vida y por lo tanto hay una fuerte esperanza: la higuera en la que asoman discretamente los brotes en 13,28.
Si la cuestión se plantea finalmente en casos “cerrados” (para los cuales el evangelio augurará luego una nueva esperanza) y en casos “abiertos” -que es el caso de la comunidad con dificultades pero de todas maneras con vitalidad- comienza a quedar claro que la obra de Jesús es básicamente creacional:
· Mc no teme utilizar, para calificar la obra de Jesús en uno de los sumarios, parafraseando los términos del Génesis: “Todo lo ha hecho bien” (7,37).
· La alusión frecuente a los vegetales en el evangelio de Marco y las escenas de mar caótico que se pone en orden, evocan acciones creacionales.
· El término preferido por Jesús en las grandes acciones de poder evoca acciones vivificadoras idénticas a la resurrección, es el término “Levántate” (en griego: “egeiro”): lo hace con el paralítico perdonado (2,11), con el pecador escogido como discípulo (2,14), con la vida truncada de una niña (5,43), con el niño al que los discípulos no fueron capaces de sanar (9,26), con el ciego marginado en el camino (10,50).
Marcos nos enseña (y lo enfatizaremos en los próximos abordajes que realizaremos del Evangelio) que la obra creadora de Jesús sólo es posible en la comunión con él. Por eso el acento que tiene el tema del seguimiento e igualmente la manera particular que tiene Marcos de narrar los milagros, los diálogos con Jesús y los continuos contactos físicos entre Jesús y la gente (NB: este es el evangelio de la “tocadera”, como dice un amigo).
En otras palabras, la eficacia de la semilla poderosa del Reino supone la atmósfera de la relacionalidad con Jesús en términos de ALIANZA con él. El “seguimiento” es la manera de tejer procesualmente esta Alianza. Y el horizonte último de la alianza con Jesús es la comunión con el Padre, de quién Jesús es el único hijo y a quién él nos conduce.
Es decir, el fundamento de la propuesta de Jesús es la ALIANZA. En el marco de la relación “YO” – “TU” con Dios, siguiendo el camino de Jesús, el hombre se hace nuevo y es atingido por la obra del Espíritu.
El impulso de esta relación la da la CONFIANZA de Jesús en la persona a la que llama, su amor siempre primero y siempre fiel.
Ya vimos la tremenda confianza que Jesús tiene con los discípulos que lo abandonaron; en realidad es una gran confianza en que su obra tiene eficacia, aún allí donde se puede haber perdido la esperanza. En esta confianza el discípulo se descubre a sí mismo: ¿Quién soy yo para ser amado y buscado de esta manera?, pero la respuesta sólo será posible si responde a esta otra ¿Quién eres tú, capaz de ir hasta el final por mí?
En este encuentro contemplemos esa confianza que el Resucitado tiene en cada uno de nosotros. Jesús confía en nosotros porque conoce la fuerza poderosa de su amor. La vida del discípulo es un proyecto ideado por Dios especialmente para él y como una expresión de su amor. Cada uno de nosotros es esa persona a quien Dios ha amado con toda esa intensidad y verdad desde la Cruz.
Este es el principio fundante de la vida, el marco desde el cual nos preguntamos por nuestra identidad y construimos nuestro proyecto de vida. Es desde este principio que se REFUNDA una comunidad.
2.3. Primer paso: Una pedagogía del anuncio de Jesús
El Evangelio de Marcos está todo él orientado hacia la confesión de fe, uno de sus hilos conductores más importantes es la cuestión: ¿Quién es Jesús?
Notemos:
· La dos confesiones de fe del Evangelio delimitan claramente las dos grandes partes de la obra: Jesús descubierto como Mesías (8,27-30) y luego como Hijo de Dios (15,39).
Primera parte: Mc 1,16-8,30 Segunda Parte: Mc 8,31-16,8
Jesús es descubierto como el MESÍAS:“Pedro le contesta:‘Tú eres el Cristo” (8,29) Jesús es descubierto como el HIJO DE DIOS:“El centurión romano dijo: ‘Verdaderamente este hombre era Hijo de Dios” (15,39)
· De manera particular, en la primera parte del evangelio encontramos un proceso pedagógico de descubrimiento de la persona de Jesús al ritmo de las preguntas:
3. Confesar el sentido de la persona y obra de JesúsMc 8,29: “Y vosotros, ¿Quién decís que soy yo?”
2. La persona de JesúsMc 4,41: “¿Quién es este que hasta el viento y el mar le obedecen?”
1. Las Obras de JesúsMc 1,27: “¿Qué es esto?”
En la estrategia redaccional de Marcos nos encontramos todavía un tercer dato importante: el evangelista sabe cómo anunciar a Jesucristo.
Para ello, antes de exponer el camino del progresivo des-velamiento de la persona de Jesús a través de su ministerio, hace una preparación previa del lector. Y esto lo hace redactando una primera página introductoria en su obra (Mc 1,1-15), cuya finalidad es contar anticipadamente
· quién es Jesús,
· cuál es el sentido de su obra
· y cuáles son los elementos fundamentales de su camino histórico que servirá de paradigma para sus discípulos.
Lo que esquemáticamente se diseña en esta primera página, se desarrollará luego en la geografía física y espiritual del resto de la obra.
Un detalle importante es que el Evangelio de Marcos no ha sido escrito para ser leído personalmente sino para ser ESCUCHADO en la proclamación. Por eso, la contemplación de Jesús es ante todo –según Marcos- una audición.
Vamos a colocarnos entonces ante la primera página del Evangelio de Marcos para realizar nuestra contemplación-audición.
2.3.1. Jesús: el alegre mensajero de las Buenas Noticias
Lo primero que notamos cuando consideramos toda la página introductoria del Evangelio es que la palabra “Buena Noticia” hace de marco de toda ella. La inauguración de la escuela pide un ambiente festivo.
Mc 1,1: “Comienzo de la Buena Noticia....”
Contenido de la presentación de Jesús
Mc 1,14.15: “Proclamaba la Buena Noticia de Dios”; “Creed en la Buena Noticia”.
La expresión “Buena Noticia”, es importante no sólo porque nos señala el carácter de mensaje, de anuncio que caracteriza nuestro librito (ver el v.4: “Apareció Juan proclamando...”; v.7: “Y proclamaba...”; “Y (Jesús) proclamaba...”), sino también porque nos señala cuál es el ambiente dominante en el camino de Jesús. Lo que va a suceder es realmente “bueno”, “bello”, “encantador” e inspira una atmósfera de gozo.
Marcos parece estar releyendo Isaías 52,7 y desea que su lector-orante se contagie desde el primer momento del gozo que caracteriza al mensajero. El texto isaíanico dice:
“Qué hermosos son sobre los montes
los pies del mensajero
que anuncia la paz,
que trae buenas noticias,
que anuncia salvación,
que dice a Sión:
‘Ya reina tu Dios’”.
Ciertamente es un mensajero alegre que anuncia la cercanía de Dios, como en Isaías 40,9:
“Súbete a un alto monte,
alegre mensajero para Sión.
Clama con voz poderosa,
alegre mensajero para Jerusalén,
clama sin miedo.
Di a las ciudades de Judá:
‘Ahí está vuestro Dios’”.
El tono dominante de la alegría será retomado en algunos de los principales momentos del relato evangélico:
· Por esta Buena Noticia se es capaz de dejarlo todo: “casa, hermanos, hermanas, madre, padre, hijos o hacienda” (Mc 10,29).
· En medio del discurso sobre el fin, Jesús predice que los discípulos serán anunciadores de “la Buena Noticia a todas las naciones” (Mc 13,10).
· En la cena que introduce la pasión, Jesús reconoce agradecido el gesto de la mujer de Betania que unge su cabeza diciendo: “Yo os aseguro: dondequiera que se proclame la Buena Noticia, en el mundo entero, se hablará también de lo que ésta ha hecho para memoria suya” (Mc 13,9).
(Incluso será alegría de toda creación, el cosmos completo, si tomamos en consideración el final canónico de Mc en 16,15).
El contenido de esta Buena Noticia es Jesús, quien es al mismo tiempo el proclamador de ella. El tema central es la acción de Dios que transforma las situaciones negativas del hombre y lo atrae hacia su proyecto salvífico.
2.3.2. Un anuncio en forma de Polifonía
En la introducción del Evangelio notamos que el acento se ha puesto en un conjunto de proclamaciones a las cuales es preciso ponerles atención. Respondamos dos preguntas:
- ¿De dónde provienen estas voces?
- ¿Qué dicen estas voces?
-
¿De dónde provienen estas voces?
Estas voces provienen:
- De la Sagrada Escritura que, en el Antiguo Testamento, anunció el Mesías.
- De Juan Bautista el último de profetas.
- Del mismo Dios Padre, quien hace sentir su voz directamente en el mundo en la hora en que su enviado inaugura la misión.
Profundicemos en la segunda voz, la de Juan Bautista, el mensajero de la esperanza y de la llegada de los nuevos tiempos.
Ante todo notemos que es Dios mismo quien le da la Palabra a Juan Bautista (Ver Mc 1,3).
La “voz que clama (que grita) en el desierto” (v.3) aparece históricamente en la persona de Juan, de quien dos veces consecutivas se dice que “proclamaba” (Mc 1,4 y 7). El contenido de su anuncio es
· la efectiva preparación del “camino del Señor” mediante el bautismo de conversión (vv.4-5);
· la presentación de la persona de Jesús, el que ya está a punto de comenzar a recorrer su camino. Lo hace profetizando (vv.7-8).
Mc 1,6, justamente el versículo central de la sección que describe la misión del Bautista, nos presenta el ajuar y la dieta que caracterizaban al profeta como un nuevo Elías, es decir, el profeta de los nuevos tiempos. Se describe así la vida austera del profeta, un estilo que también caracterizará a los misioneros de Jesús (Ver Mc 6,8-9).
Pero una vez que se nos ha presentado a Juan con su atuendo y hábitos de profeta, lo que más quiere subrayar Marcos es el contenido de su profecía acerca de Jesús (Ver Mc 1,7-8). El profeta de los nuevos tiempos habla aquí por única vez en todo el Evangelio y sus pocas palabras son precisas y claras. Todas ellas apuntan a una sola pregunta: ¿Quién es Jesús de Nazareth?
¿Qué dicen estas voces?
Estas voces hacen cinco afirmaciones que, puestas en su conjunto, nos delinean un retrato hablado de Jesús.
· Jesús es el Señor de los caminos
“Preparad el camino del Señor, enderezad sus sendas” (1,2-3)
La primera voz que anuncia a Jesús resuena a través de dos citas bíblicas que el evangelista ha cosido y actualizado en la persona de Jesús. Estas han sido tomadas de Malaquías 3,1 e Isaías 40,3 (a pesar de que el evangelista se lo atribuye a uno solo: “Conforme está escrito en Isaías el profeta...”, Mc 1,2a), y están reconstruidas sobre la base de Éxodo 23,20: “He aquí que yo voy a enviar a un ángel (=mensajero) delante de ti, para que te guarde en camino y te conduzca al lugar que te tengo preparado”.
Esta primera voz que resuena evoca la voz ya extinta de los profetas y se centra en la persona de Jesús, es él quien realizará el camino de Dios en la historia, él es el Señor.
· Jesús es el Señor de los encuentros: Él viene.
“Detrás de mi viene...” (v.7ª)
La expresión es casi un título y su sentido es: Jesús es el que viene recorriendo un camino que parte de Dios y que conduce a Dios; Jesús es Dios que viene al encuentro de los hombres y solicita la apertura del corazón para acoger su llegada.
Probablemente la expresión tenga un sentido todavía más profundo si la releemos desde la profecía de Daniel 7,13: “He aquí que en las nubes del cielo venía como un Hijo del Hombre” (profecía que el mismo Jesús citará en la pasión para confesar su identidad: “veréis al Hijo del Hombre... venir...”, Mc 14,62).
Como hemos comentado antes, la profecía presenta a Jesús como Juez Escatológico, aquél con quien todo hombre tendrá que confrontarse porque él el modelo, el paradigma del hombre. Pero también la idea es presentarnos a un Jesús siempre en movimiento (como de hecho sucede a lo largo del Evangelio: rara vez se sienta), expresando así la cercanía de Dios al hombre.
En la introducción del Evangelio se presenta solemnemente esta venida:
q La primera vez que Jesús entra en escena se usa el verbo “venir”: “Y sucedió que por aquellos días vino Jesús desde Nazareth de Galilea” (Mc 1,9).
q Luego, después de las tentaciones, se insiste en que Jesús es el que “viene”: “Después que Juan fue entregado vino Jesús a Galilea” (1,14).
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